A nuestro pueblo:
Mientras sigue la intensa represión hacia el pueblo mapuche en el sur, mientras la explotación de la clase empresarial sigue robándonos todos los días, mientras las campañas electorales de los ricos disputan votos que no cambiarán esta injusta realidad, mientras siguen criminalizando toda protesta social, y hay mil otros temas más que denunciar y por los cuales luchar…
Hoy, lamentablemente, como organizaciones populares y libertarias que trabajamos en distintos territorios y luchamos desde diversos espacios, tenemos la obligación de denunciar una situación que ha venido ocurriendo en distintos lugares donde como pueblo construimos y nos organizamos:
Desde hace un tiempo se han estado robando micrófonos, celulares, pendrives, mesas de sonido, parlantes, un computador, tarjetas de sonido y otros materiales de trabajo desde peñas populares, tokatas hip-hop, actividades culturales y un estudio de grabación, todos espacios levantados por organizaciones populares, autónomas, autogestionadas y en lucha de clase contra este sistema capitalista.
Los responsables: un pequeño piño llamado Asociación Ylizita, grupo de hiphoperos de Lo Hermida, que viene realizando estas prácticas contra su propia clase, contra otros pobres y cuando se les abrían las puertas de cada uno de los espacios antes señalados, confiados en la equivocada lectura de que su presencia era un aporte a la construcción del trabajo cotidiano por derrocar este sistema.
Estamos hablando de “cocodrilos” que, no contentos con “estirar las manos” para apropiarse de materiales que han sido siempre colectivos y al servicio de las luchas del pueblo chileno y mapuche, han decidido el día 17 de octubre, en el marco de una actividad cultural hip-hop en el centro de la población Lo Hermida, asumir y optar por una actitud pandillesca, de matonaje, amenazando a compañeros (incluyendo a SubVerso, hiphopero reconocidamente político y combativo), que iban a buscar el diálogo para ver la forma de que fueran devueltos los últimos equipos robados, y que fueran recibidos por el grupo Asociación Ylizita con botellas, palos, cuchillos y pistolas, quienes de manera planificada, amenazante y francamente bélica los corrieron del lugar.
Ante ello, manifestamos que:
- El robo contra nuestra propia clase, contra organizaciones populares, luchadores rebeldes y compañeros honestos no tiene justificación alguna y sólo se puede entender desde grupos carentes de perspectiva política libertaria, rebelde y revolucionaria.
- En particular, como organizaciones y pobladores de Peñalolén y otros sectores que hemos sido colectivamente afectados por estos robos (ya que los equipos estuvieron siempre a disposición de todos), aclaramos que estos ataques no están en el marco de ninguna disputa ni diferencia anterior; de hecho, cada vez que ha sucedido ha sido porque les hemos invitado a compartir en nuestros espacios creyendo que Asociación Ylizita serían un aporte a ellos: hemos abierto las puertas de nuestras peñas, nuestras tokatas, nuestro estudio de grabación y edición de videos, nuestras actividades culturales, y hemos recibido esta traición. Los robos son sencillamente para apropiarse de herramientas del pueblo organizado.
- Cuando quisimos conversar para la devolución de las cosas, nos encontramos siempre con vueltas de cara –ninguno da cara–, evasivas, en alguna ocasión la ambigua respuesta “nos envolamos ¿y qué?”; y ya ahora en una creciente escalada de agresividad, una última sentencia que nos dieron: “o llaman a los pacos o arman la guerra”. Queremos expresar que no creemos en ninguno de los dos caminos a los que ellos pretendían empujarnos: no creemos en el Estado chileno ni menos en sus fuerzas represivas, pero tampoco afirmamos que sean nuestros “enemigos” estos otros de nuestra misma clase, gente de población. Al contrario, cuando los de abajo nos peleamos entre nosotros, el único que gana es nuestro verdadero enemigo: los ricos, la clase dominante que nos oprime a todos.
- La gota que rebalsó el vaso fue haber ofrecido cuchillos, palos y hasta balazos a compañeros concientes y siempre comprometidos con las causas del pueblo; ello ya termina por despejar todas las dudas respecto a la nula conciencia política de este piño pandillero.
Por lo anterior declaramos que:
- Asociación Ylizita actúa con métodos matonescos y prepotentes, igual que los pacos o los narcos que aturden a nuestro pueblo, y roban sin importar a quién, atacando al más débil y desarmado.
- Algunas de las organizaciones que nos hemos visto involucrados, especialmente quienes compartimos territorio con ellos en Lo Hermida, nos hacemos cargo de haber sido negligentes y ambiguos, asumiendo la responsabilidad de haber dejado que estas cosas sucedieran sin poner atajo firme y a tiempo, hasta llegar a este punto.
- Repudiamos como pueblo organizado, chileno y mapuche, este tipo de prácticas que solo reproducen lo más turbio y tóxico de la ideología dominante del “sálvate solo”. Lo denunciamos porque creemos que si algo aprendimos de nuestra historia, es que la impunidad sólo profundiza las heridas. Y finalmente, para que esto no vuelva a sucederle a otros.
- Creemos que para hacer frente a este problema que puede estar ocurriendo en diversos espacios de lucha, debemos levantar y fortalecer nuestros valores de dignidad, solidaridad, autonomía, colectivismo, compañerismo, unidad y permanente protección mutua, atrayendo a nuestra clase con propuestas políticas y sumando para la revolución social, y jamás para la actitud del “sálvate sólo” o “atenta contra tu propia clase si tu interés así te lo indica”.
Lamentamos –tanto como ustedes– tener que darles esta noticia. Pero también queremos que sepan que no dejaremos de trabajar, que nos podrán robar todo menos la dignidad, la conciencia y el compromiso; que seguiremos adelante, pero que necesitamos más que nunca que conozcan lo sucedido y establezcamos una amplia y fuerte red de solidaridad.
Llamamos a los que sueñan un mundo mejor, luchando contra el capitalismo y sus anti-valores, a repudiar activamente esta acción, cerrando todo espacio, escenario y tribuna a los integrantes de Asociación Ylizita, y sumándose al rechazo más amplio a este tipo de actitudes, difundiendo lo ocurrido, firmando y agregando sus espacios de lucha a esta larga lista de organizaciones, más allá de cualquier diferencia política legítima entre tantos esfuerzos de resistencia que hoy somos.
Fraternalmente,