sábado, 18 de agosto de 2012

“La autodefensa es una herramienta válida contra la violencia estatal”


(extraído de ciudadinvisible.cl)

Entrevista a Eloísa, vocera de Aces

Este jueves Eloísa González fue catalogada por el alcalde Zalaquett como “uno de los peores liderazgos que haya visto” y también recibió las críticas de la intendenta Cecilia Pérez. Ella respondió así: “Somos más, dejen de personalizar el conflicto, porque detrás de mis palabras hay toda una asamblea”.

Tiene apenas 18, está haciendo Tercero Medio por segunda vez –luego de perder el año pasado producto de las movilizaciones- y ya se ha levantado como una de las dirigentes estudiantiles más fuertes de este año. Confiesa que le gustaría estudiar Economía Política, pero que no se imparte en Chile. Durante la entrevista, la llaman varias veces para preguntarle por qué no ha llegado a la asamblea.

Conversamos con la vocera de la Aces (Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios) sobre el estado actual del movimiento secundario y sus diferencias con los universitarios; sus demandas, esas que ya dejaron de ser reivindicativas, pues “tienen que ver con cambios estructurales en el sistema”; los encapuchados y la validez de la “autodefensa”; y un eventual boicot a las elecciones municipales. “Va a quedar la embarrá”, adelanta González.

Movilización 2011 y 2012: Razones de la caída y el resurgimiento

¿Cuál es tu juicio del panorama estudiantil 2012? Muchos dicen que los estudiantes ya no ejercen poder real sobre el Ejecutivo y que las marchas se han vuelto un rito…

Efectivamente la movilización se ha estado naturalizando. Yo creo que el primer semestre se debió básicamente a que era un semestre de rearticulación, sobre todo para los secundarios, que habían sufrido un golpe muy fuerte, cuando miles de estudiantes quedaron repitiendo y fueron expulsados de los liceos. Para este segundo semestre, creemos que están todas las condiciones necesarias. Los secundarios se están rearticulando, incluso con mayor capacidad que el Confech y los estudiantes universitarios. Agosto y septiembre serán meses de mucha movilización.

¿Cuáles son las aspiraciones y demandas centrales que motivan a los secundarios a movilizarse este año?


Nuestra propuesta fue formulada el año pasado y se basa en tres ejes: el primero, es la demanda de una ley nacional de educación que alcance desde la pre-básica hasta la Educación Superior, que establezca excelencia y gratuidad, además de control comunitario. Es decir, que las propias comunidades decidan qué es lo que quieren como educación y cómo se va estructurando. Nuestras proyecciones para este año es poder articular ese discurso a nivel nacional, fortaleciendo la práctica del poder popular y dejar de depender y de pedir constantemente respuesta al Congreso, a los municipios y al Presidente.

¿Cuáles crees que han sido los errores más profundos en las movilizaciones de este año?

Creo que un error fundamentalmente del cual no nos sentimos parte, porque nosotros siempre nos hemos movilizado, ha sido confiar en la institucionalidad política por parte de una gran cantidad de sectores universitarios. Al confiar en la institucionalidad política y dar un giro a través de esa vía se han ido desmovilizando. Otro error es que aún hay sectores del movimiento que abogan por demandas reivindicativas o posicionándose como un sector gremial y sólo manteniéndose en ese margen, lo que no permite avanzar. Nosotros apelamos a demandas transversales que tienen que ver con cambios estructurales en el sistema, creo que eso debería haber quedado claro este año.

La desmunicipalización ha sido una demanda histórica de los secundarios. ¿Por qué se mantiene con tanto ahínco?

Es una demanda histórica iniciada por los estudiantes en el año 80, cuando comenzó el proceso de municipalización. Se ha mantenido hasta ahora porque creemos que la única forma de evitar que se priorice el criterio mercantil dentro de la educación es que las mismas comunidades tengan la capacidad y las facultades para poder administrar su educación, eso tiene que ver con definir contenidos o el destino de los fondos, etcétera.

El 2011 hubo un momento intenso de las movilizaciones, con la mayoría de los colegios tomados. Ante las amenazas del Gobierno, los universitarios decidieron bajar sus tomas y muchos de ustedes perdieron el año. ¿Lo sintieron como una traición de parte de ellos?

Creo que era mucho más fácil para los universitarios bajarse de las movilizaciones porque, a pesar de que no se cumplía la demanda central de una educación gratuita, sí se les dio pequeñas respuestas respecto a sus demandas, con aumento de las platas destinadas a la Educación Superior. A los estudiantes secundarios no se les dio absolutamente nada. Igual hay que recordar que a inicios del año pasado, habían muchos sectores universitarios que estaban abogando por no movilizarse directamente hasta que la presión de las tomas fue tal que tuvieron que asumir que era necesario salir a las calles de forma masiva.

¿Qué dirigentes, por ejemplo?


Camila Vallejo, Giorgio Jackson o esos dirigentes que representan más bien a sectores políticos tradicionales o un sentido de retroceso, de contener el movimiento, por un tema simple: A medida que se van movilizando los estudiantes, también se van cuestionando cosas que tienen que ver con el área institucional y a ellos no les convienen. Yo creo que eso fue un error estratégico. La relación que se dio durante ese tiempo de universitarios a secundarios era paternalesca, no política.

Asambleísmo y la orgánica Aces

¿Cuál es la principal diferencia organizativa entre secundarios y universitarios?

Lo fundamental es el tema orgánico, que ellos se organizan a través de federaciones y nosotros de asamblea.

¿Les gustaría llegar a formar una federación de estudiantes secundarios?

La verdad es que con el contexto actual es imposible. Creemos que la asamblea lo que permite, más allá de constituir una cosa fija y estática en el tiempo, es ser flexible. Eso hace que se constituya como un espacio que vaya instalando lógicas en el cambio generacional. Las ideas se van manteniendo y se van transformando y haciendo que el discurso se desarrolle.

Siempre quedan dudas de a cuántas personas representan realmente la asamblea y las decisiones que ahí se toman…De hecho, a inicios de año, realizamos una orgánica que permitía un poco equilibrar esa inestabilidad, esa incertidumbre con respecto a cuántos realmente representaban. Organizamos una especie de comisión fiscalizadora, que en realidad no se preocupaba de ver si los cabros tenían el papel que los acreditaba como representantes, sino de si tienen un trabajo completo dentro del liceo. Si movilizan a su gente, si están haciendo jornadas reflexivas, si están construyendo un trabajo palpable y concreto.

¿Cuántos colegios y liceos componen a la Aces hoy?

Son en promedio entre 40 y 50 liceos. A nivel regional, estamos principalmente desde la Región Metropolitana hacia al sur y tenemos presencia en algunas provincias del norte.

¿Cuáles serían las principales diferencias organizativas y de principios entre la Aces y la Cones?


Primero, la Cones representa a un sector que proviene mayormente de los partidos políticos tradicionales. Cristopher Sarabia, el vocero actual, es militante del PRO y así tenemos a distintos estudiantes que participan legítimamente de partidos políticos, nosotros no lo cuestionamos. Sin embargo, su visión es siempre desde el ámbito reivindicativo y no hacia un cambio más profundo dentro del sistema.

¿En la Aces hay gente que milite en partidos políticos?

En partidos políticos tradicionales no, pero hay distintos colectivos, distintos sectores en los cuales los chiquillos tienen una participación. Hay sectores troskistas, anarquistas, marxistas leninistas, hay una amplia gama de colectivos que van más hacia la izquierda de los partidos políticos tradicionales.

“La institucionalidad política no nos representa”

En el panorama de la política tradicional, ¿qué te parece la postulación de algunos ex dirigentes estudiantiles a cargos institucionales, como es el caso de Camilo Ballesteros, el dirigente de la Usach que hoy es candidato a la alcadía de Estación Central?

Nosotros no tenemos ningún problema con que ellos se candidateen a cualquier municipalidad o a cualquier cosa, lo que nos aproblema es que hemos visto y se ha notado un desplazamiento de los dirigentes hacia las candidaturas y no hacia reforzar y seguir construyendo el movimiento estudiantil.

¿Qué opinas de que ellos sostienen que los cambios al movimiento estudiantil se podrían generar desde ese plano político? Por ejemplo, en el caso de que Camila Vallejo optara a ser diputada…

Que de hecho es lo más probable que pase… Nosotros siempre recordamos por qué ahora el movimiento estudiantil está tan legitimado y por qué su opinión ha sido escuchada por la ciudadanía. Eso ha sido solamente por la movilización, si nosotros dejamos de movilizarnos o dejamos de generar plataformas de movilización y nos enfocamos en dar la pelea mediante la vía institucional, donde hay un gran porcentaje de personas a las que no les importa, dejamos de generar lo que antes nos propulsaba. La otra opinión, un poco más política de los estudiantes de la Aces, es que la institucionalidad política viene directamente de un Estado de derecho, entre comillas, que ha sido implantado en la dictadura. Legitimar esa institucionalidad es legitimar el Estado actual.

¿Cómo crees tú que se cambia este Estado de Derecho o la misma Constitución si no se participa de la institucionalidad?

Hay gente que ha estado desligada del tema de la institucionalidad política y ha levantado la consigna de Asamblea Constituyente, por dar un ejemplo. Otras personas creemos que aquí lo que hay que ir construyendo son organizaciones de carácter popular, que abarquen a sectores que no están participando de política, y según esas plataformas, construir un modelo alternativo al sistema actual. Porque necesitamos eso, de eso es lo que hoy se carece, y eso tiene que ser construido no mediante acción y reacción con la institucionalidad política y esas dinámicas, porque entramos en un terreno que no nos corresponde, sino desde nuestro propio terreno ir construyendo una alternativa al sistema actual.

¿Cuáles condiciones serían necesarias para que ustedes consideraran necesario y legítimo participar de la política institucional?

La institucionalidad política no nos representa y no nos va a representar en el futuro cercano. Hay que entender que nosotros estamos por la construcción de una alternativa absolutamente distinta al sistema, queremos un nuevo sistema, en todas las áreas. No nos hemos negado de por sí, sino que no lo vemos necesario y creemos que en este contexto es más bien un retroceso para nosotros.

En ese contexto, ¿cómo logra un movimiento social tener vocación de poder? ¿Cómo logra que sus decisiones se cumplan y no tener que depende de la voluntad del poder político?

Para nosotros la vocación de poder es fundamental, pero para que exista tiene que haber rearticulación del tejido actual, tiene que haber una rearticulación de las organizaciones populares. Que como estudiantes secundarios tengamos claro qué es lo que está pasando no significa que el resto de la población chilena lo tiene. Por eso, para construir movimientos sociales con vocación de poder, tenemos que solventar todo ese proceso que ha estado trancado gracias a la vuelta de la democracia a través del No. Es un proceso más complejo y como ya mencioné, todo proceso victorioso tiene que demorar lo que tenga que demorar.

“La Concertación ya no existe”

Cuando te refieres a reorganizar el tejido social y reorganizar el poder popular suena muy parecido a lo que se vivió durante la Unidad Popular en Chile. ¿Te parece a ti similar o crees que sería un proceso muy distinto?

El contexto actual es evidentemente distinto, pero sí en cuanto al discurso del control comunitario y el poder popular, no es algo que haya nacido ahora con los dirigentes estudiantiles, sino que es un discurso que quedó olvidado gracias a la dictadura y gracias a la vuelta, entre comillas, de la democracia, y que hoy se retoman y son banderas de lucha que tienen una historia. Nosotros tenemos referentes y tenemos una historia que no olvidamos, y queremos seguir levantando, pero también construyendo. Levantamos consignas anteriores porque nos hacen sentido en la práctica, no porque lo hayamos leído en un libro, sino la práctica nos muestra que efectivamente para allá vamos.

¿En esa historia hay algún referente político que tú podrías mencionar?

No, preferiría que no porque después me van a retar en la asamblea.

Pero a modo personal, algún dirigente a quien admires…

Como estudiante secundaria, y yo creo que todos los estudiantes secundarios lo consideran, tengo muy presente a los hermanos Vergara Toledo.

En el ámbito de las elecciones, ¿qué piensas de los candidatos presidenciales que se están considerando, como Parisi, Meo, Bachelet y Golborne?

Yo creo que va a quedar la embarrá, de partida. Si para estas elecciones municipales nosotros planteamos el boicot, y hay varios sectores que impresionantemente se están sumando, yo creo que para las elecciones presidenciales se va a notar más todavía las diversas posiciones que hay en torno a eso. Yo creo que el movimiento tiene que darse cuenta que los diferentes candidatos presidenciales funcionan en base al populismo, Michelle Bachelet, por ejemplo, sigue siendo muy aceptada al interior de la sociedad chilena. Hay que instalar esa lógica de pensar en el conjunto, no creer más en determinados personajes que tengan cierto carisma o cercanía con la gente, no depender de un personaje. Esa lógica se tiene que instalar de aquí a las próximas elecciones presidenciales o si no volvemos a una, entre comillas, Concertación, porque ya no existe.

¿Crees que exista para estas elecciones el candidato menos peor? Para las pasadas se decía que era menos malo votar por Frei. Si estuviera Golborne versus Bachelet, ¿habría un candidato menos peor?

Yo creo que el criterio del menos peor es el peor que se pudo haber instalado. Todos los candidatos que se han presentado van a significar un retroceso para la articulación de los movimientos sociales y populares.

¿Qué te parece el pacto programático del Partido Comunista con ciertos sectores de la Concertación? Hoy parece mucho más afianzado que en años anteriores.

La desarticulación de la Concertación ha estado hoy dándonos a conocer las verdaderas caras de estos partidos, no se esconden ya en una Concertación compacta sino que revelan sus verdaderas posiciones políticas respecto a diversas temáticas. Por ejemplo, el PS con la DC. La DC tiene un pie afuera de RN y el otro adentro. Yo encuentro que todos estos pactos son para mejor, porque así nos damos cuentas de cuál es la verdadera faceta.

Encapuchados y la funa a las próximas elecciones

¿Cuál es la postura de la Aces respecto al tema de la violencia callejera y de los encapuchados?

Evidentemente se ve una mayor cantidad de violencia respecto a los estudiantes secundarios, en cuanto a la recepción de esta y la autodefensa de los mismos. Creemos que hay que seguir levantando el tema de la autodefensa, que es una herramienta importante para el pueblo en su conjunto. La violencia que emana hoy desde el Estado se está agudizando y perfeccionando a través de la represión, como la Ley Hinzpeter, que sabemos que se va a aprobar. Es necesario seguir instalando que la autodefensa es una herramienta válida para defenderse de la violencia estatal.

Dirigentes de la Fech, como Gabriel Boric y Camila Vallejo, han señalado que los encapuchados no son parte del movimiento. Recientemente Boric apareció en un video pidiéndole a los encapuchados “no nos vengan a arruinar nuestras marchas”. ¿Qué te parece que se margine a algunas personas de esa forma? ¿No son parte del movimiento los encapuchados?

En realidad, y con todo respeto, porque he visto un avance político desde el Confech en cuanto a la apertura hacia estos temas, siento que todavía no se dan cuenta que incluso subiendo al escenario y viendo que un mínimo de gente está escuchando lo que se dice, otros están dispersos mirando desde otra perspectiva lo que está pasando. Si aún no se dan cuenta de ese factor es porque no están insertos realmente en lo que pasa dentro del estudiantado. Nosotros creemos que ha habido un aumento de la violencia revolucionaria y callejera, porque el nivel de crisis y contradicciones que hoy estamos viviendo los secundarios es tal y es de tal magnitud que no estamos dándole una conducción determinada y es absoluto. Ellos efectivamente son parte del movimiento. Aquí hay un problema que hoy, incluso mediante el Confech o las distintas organizaciones, no se está representando: cuál es la situación actual dentro del movimiento universitario.

¿A qué apunta la amenaza de funar las municipales si es que las autoridades no se comprometen a desmunicipalizar los colegios?

Quisiera aclarar, primero, porque en los medios se está personalizando un poco: dicen que Eloísa González llamó a funar las elecciones, y no, es la Asamblea de Estudiantes Secundarios quienes llamamos a manifestarnos en contra de las elecciones municipales. Es una medida de presión inmediata, porque ya vemos que a través de las marchas no se está presionando a la clase política. La crisis que estamos viendo hoy al interior de los establecimientos es gravísima, hay liceos que no cuentan con las sillas suficientes para realizar las clases o con la luz y el agua. Hoy la poca educación pública que estamos teniendo se está desmoronando. Es tan crítico el nivel que vivimos los estudiantes secundarios que la demanda es bien simple: si ellos no se hacer cargo, si no se hacen responsables, nosotros vamos a ir a funar la herramienta más preciada que es la que los ha estado perpetuando en el poder.

¿En qué se va a traducir esa funa? ¿Van a ir a los lugares de votación a impedir que se vote?

Se está analizando constantemente porque también queremos ver cuáles podrían ser las repercusiones legales. Nosotros esperamos no llegar al boicot de las elecciones, sino que ellos se comprometan antes a dar solución al conflicto que estamos viviendo. En términos concretos, lo único que voy a decir es que en estos momentos están las condiciones para que los estudiantes secundarios sigan tomando sus liceos o salgan a las calles. Está la fuerza para hacer absolutamente todo lo que nosotros queramos y a pesar del duro golpe que vivimos a inicios de año, el movimiento estudiantil secundario está sumamente articulado y es sumamente fuerte. Lo que decidamos para ese día se va a cumplir si ellos no cumplen por su parte.

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Está la fuerza para hacer absolutamente todo lo que nosotroas queramos"
que así sea no mas, salud!