Hola a todos y todas. Reciban en primer lugar un cariñoso beso y un
gran abrazo todos y todas las que me quieren, se han preocupado por mi
suerte, ya sea que me conozcan o no. Muchas gracias a todos los que me
han escrito un mensaje, una palabra de aliento, un libro o a quienes han
hecho llegar su solidaridad concreta con mi persona o con mi familia.
Valoro enormemente todos los gestos y todas las ayudas que me han hecho
sentir acompañado en estos más de 8 meses de prisión.
Escribo estas letras desde el Modulo J de la Cárcel de Alta Seguridad
(C.A.S) después de pasar 8 meses en la Sección de Máxima Seguridad
(S.M.S) con el régimen carcelario más estricto que tiene Chile. Cuatro
de esos meses los pasé en el primer piso de la S.M.S con 21 horas de
encierro en una celda solitaria y 3 horas de patio, 1 hora y media en la
mañana y otra en la tarde. Luego pude estar un “poco mejor” en el
tercer piso donde tenía acceso al pasillo pero sólo con 1 hora y media
de patio al día. Hoy me encuentro mucho mejor, con un régimen carcelario
normal, pese a mantenerse las características de alta seguridad de este
penal, ya no hay tanto encierro en las celdas (de 17:30 a 08:30) y
puedo recibir en “mejores” condiciones a mi familia.
No había querido escribir “públicamente” antes por el uso que podían
darle la infame y miserable raza de policías y fiscales. Y, bueno, ya
que nombré al estiercolero les señalaré brevemente mi situación
judicial. Actualmente me encuentro imputado por la colocación del
artefacto explosivo en el atentado que sufrió la sucursal del Banco
Crédito e Inversiones de la comuna de Macul la noche del 30 de Noviembre
del 2011. Además, ayer 7 de Agosto fui re-formalizado en calidad de
fabricante de artefacto explosivo en el atentado a un poste del
alumbrado publico que daño un transformador y provocó un corte de luz en
Septiembre de 2010 y los atentados al Memorial de Jaime Guzmán y la
Automotora “One” de Agosto de 2011. La imputación como colocador o
fabricante es relevante ya que corresponden a leyes distintas. Así, en
el atentado al BCI voy por Ley Antiterrorista, mientras que las últimas 3
imputaciones voy por Ley de Control de Armas y explosivos. En el caso
del BCI se cerró la investigación y en las 3 últimas imputaciones el
tribunal no les dio más plazo a la fiscalía, ya que se daba la ridícula
situación en que la policía quería comenzar a hacer peritajes recién
ahora. Uno se pregunta, bueno, ¿Cómo es la weá, hay antecedentes o no
hay antecedentes? Al respecto no caeré en la trampa de decir si soy
culpable o inocente, ya que para ello tendríamos que compartir una base
valorica y ética en función de la cual definir lo bueno y lo malo, el
culpable y el inocente, y afortunadamente tenemos un abismo de distancia
en cuanto a valores y actitudes. Sin embargo, eso no significa que vaya
a renunciar a la defensa legal y hacer uso de todo el instrumental a mi
disposición para defenderme. En ese sentido, la investigación está
llena de mentiras, de peritajes hechos a la medida de las pretensiones
de la fiscalía, filtraciones a El Mercurio y La Tercera incluso cuando
la investigación estaba bajo secreto y mi defensa no tenía acceso a la
carpeta investigativa. También hay falsos testimonios de policías,
informes tendenciosos y ridículos. Algunas “perlas” son el informe de la
Dirección de Inteligencia Polical, la DIPOLCAR (sucesores de los
degolladores de la DICOMCAR que señalan como elemento incriminatorio el
hecho que en un documento que señalan sería de mi autoría llamado “El
fuego en la oscuridad” me refiero a los imputados del caso bombas como
“compañeros y compañeras”. Como vemos para la DIPOLCAR es un crimen
referirse con cariño o las muestras de solidaridad a los compañeros (oh,
lo dije de nuevo ¡Condénenme!).
La imbecilidad de policías y fiscales no tiene limites. También ha sido
irrisorio ver y oír al fiscal jefe de la zona metropolitana sur, Raúl
Guzmán, referirse a las paginas de internet “Hommodollars”, “Rojoscuro” y
“Liberación Total” como sitios de internet destinados a causar miedo en
la población.
En el mismo informe de DIPOLCAR, llama la atención su memoria
selectiva, ya que en mis antecedentes policiales menciona una detención
en una manifestación política en el Paseo Ahumada, pero se olvida de
mencionar cuando el año 1992, fuimos detenidos con 20 compañeros (lo
dije de nuevo) del Pedagógico y golpeados brutalmente en dependencias de
la 18 Comisaria, procesados en la fiscalía militar y detenidos por 6
días en la Penitenciaria. Tal vez haga un escrito de esa experiencia que
se los haré llegar.
Quisiera contarles además que la noche de mi detención estuve 1 hora
esposado a un poste en la BICRIM Macul mientras los ratis me grababan y
sacaban fotos con sus celulares. También hubo sus amenazas de sacarme la
chucha, pero mantuve un silencio sepulcral y no les decía ni mi nombre
(para qué si tenían mi cedula de identidad). Luego llegó la BIPE que son
más sofisticados que los ratis de la BICRIM. Junto a estos ratios llego
el Sr. Fiscal Guzmán con el matón jurídico Fiscal Barros quien trato de
involucrar a mi esposa al decir que “era seguro que sabía que yo
pondría una bomba”, ya que era de la Universidad Academia de Humanismo
Cristiano, igual que el Solar(*). Los profesores y estudiantes de esa
universidad deberían ser informados que tienen en el fiscal Barros
alguien que los considera culpables a priori. Como ven, una belleza de
fiscal proveniente de la escuela de Peña y sus secuaces.
Bueno amigos y amigas, compañeros y compañeras (lo dije de nuevo),
conocidos y desconocidos, un beso para todos ustedes y estamos en
comunicación. Cuídense mucho y sepan que aquí estamos enteros, alegres,
de buen animo y encontrándole el humor absurdo a las cosas… qué razón
tenés.
Hans Felipe Niemeyer Salinas
3ºJ Cárcel de Alta seguridad (C.A.S)
(*) Francisco Solar, imputado del caso bombas.
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