Durante los primeros días del juicio del caso bombas, uno de los testigos de la Fiscalía Metropolitana Sur sorprendió al estrado, la defensa y los imputados. Se trata del segundo al mando de la Dirección de Inteligencia Policial de Carabineros (Dipolcar) Sergio Escobar Berríos, y no precisamente por sus importantes aportes a la investigación adoptada como el caballito de batalla del Ministerio del Interior desde agosto del año pasado.
En el cuarto día del juicio, Escobar Berríos fue presentado como un testigo clave por la Fiscalía, pues este explicaría cómo se hicieron los operativos que llevaron a la detención de los imputados -buena parte de ellos sobreseídos por falta de méritos-. Sin embargo, su aparición en el estrado fue un bochorno para la parte acusadora.
Después de identificarse como un policía con 28 años de servicio, con nueve años dedicados a la Dipolcar, el carabinero le explica al tribunal que ha trabajado en importantes casos como “terrorismo islámico” y posteriormente para contrainteligencia, desde el 2007 está a cargo de investigar los “artefactos explosivos” y es jefe del departamento 3 de Seguridad Pública, “que entre otras obligaciones monitorea toda la conflictividad social”.
Tras explicar cómo funciona su unidad, el policía respondió las preguntas de uno de los defensores de los imputados hasta que llegó a un tema que no pudo resolver. Dentro de la investigación, la unidad encabezada por Escobar presentó como prueba un panfleto firmado por un grupo autodenominado “J-29”, lo que fue interpretado por el policía y los suyos como Juventud 29, por el 29 de marzo, día del Joven Combatiente. Ante esta prueba, uno de los defensores le consultó si sabía qué se conmemoraba ese día. Sí, respondió Escobar, sin luego poder precisar la militancia política de los hermanos Vergara Toledo.
Escobar dio a entender que conocía muy por encima el episodio en que los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo, militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, fueron asesinados por policías vinculados a la Dicomcar -antecesora de la Dipolcar- en Villa Francia en 1985.
Ante la pregunta sobre la diferencia entre el marxismo y el anarquismo, corriente política a la que se vincula a los imputados de los atentados explosivos, el policía titubeó y ante la posible caída, la fiscalía salió en su defensa para evitar un bochorno, objetando la pregunta. Más adelante, el policía no tendría este salvavidas.
¿Todos los miembros del Colectivo Camina Libre son anarquistas? Le pregunta el defensor, a lo que el carabinero responde que sí y el abogado le contrapregunta si conoce la ideología adoptada por el Movimiento de Acción Popular Unitaria, MAPU, que habría servido de base al colectivo.
“Lo desconozco”, responde y endosa la pregunta a un analista de la Dipolcar que declarará más adelante en el juicio.
-¿Pero usted, en su calidad de subjefe de Dipolcar, no sabe si el Partido Mapu era marxista o anarquista?- Pregunta el abogado.
-No- Responde Escobar.
-Y el MIR ¿Sabe si era marxista o anarquista?
-No- Repite el policía.
-No- Responde Escobar.
-Y el MIR ¿Sabe si era marxista o anarquista?
-No- Repite el policía.
Acto seguido, un silencio incómodo en la sala, pero mejor, constátelo usted:
El carabinero se identifica, un gran investigador.
El carabinero no sabe si el Mapu es marxista o anarquista, ojo al minuto 7:30
1 comentario:
Que verguenza... y son millones al año en estos giles.
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